En los últimos años, ha habido un creciente cuerpo de investigación que sugiere un vínculo entre la obesidad y la exposición a sustancias químicas ambientales.
Estos químicos, llamados «obesógenos», pueden predisponer a las personas a aumentar de peso a pesar de los esfuerzos por limitar la ingesta calórica y aumentar la actividad física
Al menos dos de estos productos químicos se encuentran a menudo en los plásticos y se ha demostrado que alteran el sistema hormonal natural del cuerpo y conducen al aumento de peso.
Uno de los químicos ambientales mejor estudiados relacionados con la obesidad es el bisfenol A (BPA). El BPA es un compuesto sintético que se utiliza para fabricar plásticos y resinas. Se encuentra en una amplia variedad de productos, incluidos envases de alimentos, botellas de agua y juguetes para niños.
Se ha demostrado que el BPA interfiere con la producción corporal de PPARγ, una proteína que desempeña un papel en el metabolismo de las grasas. Cuando PPARγ es activado por BPA, puede conducir a un mayor almacenamiento de grasa y aumento de peso.
En la actualidad centenas de publicaciones científicas exponen la situación, entre las cuales resalta el trabajo científico publicado en en septiembre de 2012 en Journal of the American Medical Association (JAMA), titulado «Asociación entre concentración de bisfenol A en orina y prevalencia de obesidad en niños y adolescentes» encontró en un análisis estratificado que existe asociación significativa entre la concentración urinaria de BPA y la obesidad.
Otros productos químicos ambientales que se han relacionado con la obesidad son los ftalatos, el ácido perfluorooctanoico (PFOA) y el plomo. Los ftalatos son un grupo de sustancias químicas que se utilizan para hacer que los plásticos sean más flexibles. Se encuentran en una amplia variedad de productos, incluidos cosméticos, productos para el cuidado personal y envases de alimentos.
La exposición a estos químicos ambientales puede tener una serie de efectos negativos para la salud, que incluyen obesidad, enfermedades cardíacas, cáncer y problemas reproductivos.
El término “plasticosis” se ha utilizado para describir el proceso por el cual los químicos ambientales pueden hacer que el cuerpo acumule grasa de manera similar a como se acumulan los plásticos en el medio ambiente.
Si bien se necesita más investigación para comprender completamente el vínculo entre la obesidad y los químicos ambientales, la evidencia disponible sugiere que estos químicos pueden desempeñar un papel en el aumento de peso. Si le preocupa su exposición a sustancias químicas ambientales, hable con su médico. Pueden ayudarlo a evaluar su riesgo y recomendar formas de reducir su exposición.
Estos son algunos consejos para reducir su exposición a los productos químicos ambientales:
- Evite los productos que contengan BPA, ftalatos, PFOA y plomo.
- Elija alimentos orgánicos siempre que sea posible.
- Cocine con utensilios de cocina de vidrio o acero inoxidable en lugar de utensilios de cocina antiadherentes.
- Evite el uso de alfombras y muebles resistentes a las manchas.
- Si tiene pintura a base de plomo en su hogar, haga que un profesional calificado la elimine.
Siguiendo estos consejos, puede ayudar a reducir su exposición a los productos químicos ambientales y proteger su salud.
https://link.springer.com/article/10.1007/s40572-014-0026-8
https://jamanetwork.com/journals/jama/fullarticle/1360865